Un poema desgarrador

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«Te esperare» …por esos amores que nunca dejan de olvidarse..

 

TE ESPERARE

Te esperare, guardare la impaciencia,

Esperare la vida, me desharé de la ausencia,

Me agarraré como la hiedra a la piedra

Al sentimiento que me llama hacía ti,

Esperare la eternidad si tu estas ahí,

Viviré agarrada a la ilusión de ser tuya,

Caminare por sendas hasta el más allá,

Nadaré por mares, ríos, lagos solo por verte

Te esperare, cueste morir, por tenerte,

Por sentirte como nadie me ha impregnado

De ese tu perfume, tu aroma de campos regados,

Por sentirte como nadie me ha acariciado,

Con alas de seda turmalinas, suavemente,

Sintiendo que vas llegando a mi mente,

Sabiendo que esperare  y que moriré

Rozando la  eternidad de saber querer

De haber amado sin tener que perder.

Te esperare siempre…

 (Dedicado a Irra)

Llego el tormento.

Llego el tormento para borrar con tinta indeleble,
amores guardados en baúles sin cerraduras,
momentos y noches escondidos entre sábanas,
sensaciones encarceladas y cadenas perpetuas,
vigilante que vives sin dejar alma libre,
carcelera que inundas mis ojos pacientes
de miradas recelosas, sin fundamento,
juzgando y condenando con sentencia firme,
llenas mi espacio de baldosas de roto cristal,
invades el aire fresco con susurros recelosos.
No sabes amiga que el querer no tiene dueño,
no se compra ni se vende, solo te atrapa,
te engancha sin soltar un solo poro de tu vida,
se apodera del alma sin dejarla, sin soltarla.
No sabes amiga que las prisiones del amor
son la condena más funesta, más desdichada,
amar sin amor, amar con frialdad,
al querer atrapar con manos guardianas,
corazones presos de su libertad,
ermitaños sin amo, ni dueño.
Atrapados en calles perdidos,
en caminos anónimos de barrios,
donde morirás encadenado
a tu guardiana de noche y de día.
Llego el tormento….sigiloso…..
en días de meses de abril
y mato mi dulce poesía.

AMANECE

AMANECER

 Por calles desiertas de lastres nos perdimos,

paseando tras la noche desierta, dormida,

dándome esas manos, entrelazadas que embrujan,

diciendo que esto extraño era lo que sentías.

 

Tus labios y tus manos, mi abrigo,

tus palabras, mis zapatos para andar,

tu voz, la senda que abre camino,

tus besos, el hilo que ata mi ilusión.

 

Desapareció el hechizo robándome, arrancando

sin pena ni gloria, sin escrúpulos aquel hechizo.

¿porque siempre es así?….

 

Crueldad sin remedio siempre que amanece

al sentir la mañana despierta y sincera,

reniego de ti luna, noche, cameladora

que inyectas lanzas de amor envenenado

camelas y mientes con cara de ángel

Amanece …amanece….y  desaparece.

 

Encuentro la muerte a los pies de mi senda

muero marchita, sola y perdida,

cada amanecer sin ese cautivador ilusionista,

por creer en ti noche mentirosa,

que arruinas, y ciegas, vengando tu pasado

a esta pequeña, risueña muñeca olvidada.