Escribo poemas de vientos que soplan libres,
pinto palabras de sentimientos irascibles,
sueño con pájaros libres, cruzando renglones de poemas,
bebo de tu mano, cada noche en sueños irreales,
despierto a tu vera todas las inmortales mañanas.
Sonrisas aroma de café, abrazos con sabor a miel,
besos irrepetibles saboreando silenciosos mis labios,
en ocultas noches con sonidos a desiertos olvidados,
donde el mar se cruza con el pensamiento,
donde el aire me impone tu aroma perpetuo,
me dibuja tu sonrisa en forma de pétalos,
me arrastra hacía el fondo de tus sentidos,
me obliga a escuchar tus acelerados latidos,
componiendo esa canción de deseos reprimidos,
implorando a la vida, rogando sin pronunciarlo,
volver a nadar en aguas de azules reflejos,
recuperar alas de barro moldeadas a mano,
antiguos amores olvidados en rincones invisibles,
en esquinas de viejas historias robadas,
en baúles de cuero secuestrados,
en bares lúgubres y silencios nocturnos,
sin dejarse ver, sin notar presencias delatadoras.