Algunos de mis escritos son pensamientos, sensaciones en un momento dado, experiencias y busquedas de algo que a veces no encuentras, y en otras ocasiones aparecen sin llamarlas. Estos son algunos de ellos.
Recorro sigilosa el centro de la noche, hasta que despunta el faro luminoso y los sueños se funden en ese inmenso mundo de aguas saladas para sobrevivirme. Deseos cruzados y extendidos en el universo, ese que aparece y desaparece cada minuto. Deseos entrelazados y no encontrados, buscados desesperadamente para lograr un poco de ilusión mortal, deseos ¿que son los deseos?….para mi ilusiones esperanzadas de algo a veces inalcanzable…. Pienso día tras día, siento en mi interior una duda interminable, intento poder creer, poder tener fe, en todo aquello que parece sencillo, fácil, normal y que por mucho que quieras cambiar, no cambia. Dónde está todo ese sentido del valor, de lo humano….creo que se perdió hace mucho tiempo, se olvido de todo aquello que es la raíz de las personas, del respeto, la amistad…pienso y pienso y no encuentro respuesta… Recorro silenciosa caminos áridos, olvidados, secos, sin un ápice de ternura, de sensibilidad. Existen esos que te arrastran para despellejarte los sentidos, robarte la coherencia y dejarte olvidado detrás de una duna de arena cristalina que te corta el corazón. Asesinan el alma, para vengarse de sí mismos, pagar sus deudas con la complicidad de los demás, atentos a cualquier movimiento para salir de esa su guarida enferma, oscura, degenerada y saltar al cuello de esos cisnes que llegaron para alegrar la vista de tal paisaje tan lúgubre. Al final, vuelvo a mi lugar por calles desiertas, famélicas, enfermas de alma, enfermas de sentido, enfermas de valor. Recorro ese parque decepcionado que intenta huir sin poder hacerlo de esa pobre muchedumbre que no sabe que la vida es algo más…