Me duele intensamente pensar que tanto que se esta hablando de la libertad en todo su sentido de la palabra, para muchas cosas no hay esa libertad tan proclamada, tan deseada, tan luchada. Me sorprende, me entristece y me duele que estando en el siglo XXI, aún no seamos capaces de comprender lo que sienten, padecen, sufren todas esas personas que están como Craig Ewert, un profesor que lo único que deseaba era morir. Creo que deberían plantearse tanto la sociedad como los gobiernos y la iglesia que el ser humano tiene total derecho de su cuerpo y de su vida. No puedo entender que se prefiera que una persona viva en la más absoluta soledad física y psíquica, que se prefiera el más indigno y cruel dolor y sufrimiento, a morir dignamente, sin sufrimiento tanto para ella como para toda la familia que le rodea. Es muy dura la muerte, quizás si, pero si nos analizáramos interiormente, somos seres realmente egoístas, preferimos tener un ser a nuestro lado aunque sufra, aunque sea un vegetal, que intentar ser menos egoístas y más humanos. ¿Porque ese miedo a dejar morir a esas personas que libremente han elegido morir, porque no respetamos esa elección, que siendo la más dura decisión en la vida y sobre todo para el interesado lo hace con toda cordura, con todas las facultades mentales sin perturbar?….Creo que es una injusticia que una persona no pueda decidir sobre su cuerpo, su vida en momentos en que esta no tiene ningún sentido, en momentos que lo único que se hace es padecer con un sufrimiento indescriptible por el daño que les causas a los demás. Yo me pongo en lugar de Craig y de todos ellos que sufren por no poder tener la opción de elegir, me pongo en la piel de ellos y pienso como sería mi vida en una cama, durante 20 o 30 años, sin poder hablar, sin poder moverme, sin poder escribir, sin poder comer o asearme….sin poder…..sentirme digna. El derecho a una muerte digna debería ser uno de los derechos primordiales como lo es la vida, como lo es la libertad, como lo es el derecho a unavivienda, a un trabajo digno, a sentirte persona. Creo que todos ellos no se sienten personas, se sienten cargas familiares, se sienten un estorbo, un ser que estorba y que además está impidiendo que todos los que están a su alrededor no vivan una vida normal, no tengan ls libertad para poder vivir como deberían, porque se han de cuidar de esa persona.
La perdida de alguien siempre es algo que no hace sufrir mucho, más siendo padre, madre, hermano, hijo, pero creo que deberíamos ser más comprensivos y aceptar los deseos, las decisiones de aquellos que la vida no es más que un sufrimiento día a día. Cuando la enfermedad es fatal, cuando la seguridad de que no vas a poder recuperarte, cuando sabes definitivamente que el resto de tu vida lo vas a pasar postrado en una cama, sin poder hacer absolutamente nada, en ese momento deberíamos poder elegir, tendríamos que respetar una decisión que si para nosotros es dura, para el que la toma es todavía más.
Tendrían los gobiernos que darnos la libre elección a una decisión que es sobre nuestro cuerpo y nuestra vida, no decidimos por otro, sino por nosotros mismos y eso es la verdadera libertad. ¿Porque tenemos que irnos a otro país, porque tenemos que hacer las cosas a escondidas, porque no recapacitamos y miramos a los ojos de esas personas que quieren dejar de vivir ese infierno que los está devorando poco a poco?…
La iglesia está totalmente en contra, respeto a todos los cristianos, y respeto sus decisiones, por este motivo creo que ellos deberían respetar las decisiones de los otros. No estamos haciendo daño a nadie, tan solo estamos aliviando un sufrimiento infernal, una pena interior, un no vivir, una «vida» que no es vida, eso es el peor castigo que puede caer en la piel de una persona.
Tres de las muchas opiniones que me han sido curiosas por sus expresiones:
Peter Saunders, tildó el documental de «voyeurismo macabro» y de «cínico intento de impulsar los índices de audiencia televisiva».
Sobre este criterio le diría al Señor Saunders que intentará por unos minutos ponerse en la piel de estas personas, que intentará imaginarse que es la vida sin poder hacer absolutamente nada, y que a lo que menciona como voyerismo, creo que debería ver la cantidad deporgrmas televisivos que son «voyerismos macabros, anticulturales, atentados ocntra la dignidad humana, etc.» ( como Gran hermano» por poner un ejemplo) y nadie los critica ni los denuncia, al contrario es como un espectaculo que engancha y gusta a, es mi opinión personal, a un público que carece de cultura.
Domenica Roberts, de la «Alianza Pro Vida«, afirmó que resulta «triste y peligroso mostrar este tipo de cosas en televisión», pues se envía el mensaje de que la vida de algunas personas «no tiene ningún valor«.
A la Sra. Domenica le diría que la vida de cualquier persona en este mundo tiene un gran valor, para mi la vida es el primer valor que tengo, pero el estado en que se encuentran estos pacientes o personas, creo personalmente que no es vida, al contrario es un mal vivir.
Barbara Gibson, directora del canal Sky Real Lives, defendió el documental al argumentar que aborda «un asunto que afecta cada vez a más gente», y se trata de un filme «informativo, elocuente y educado».
A Barbara le doy mi apoyo, creo que es un tema del que deberíamos dejar abierta una puerta, deberíamos intentar hablar más, y no esconderlo como si fuera un tabú. Las televisiones son hoy en día esas puertas por las que todos nos informamos y sabemos todo lo que pasa en el mundo y la eutanasia es un tema muy importante, deberíamos abrir la mente, y educar a nuestros hijos explicándoles la realidad de las cosas, deberíamos intentar que el mundo no se convierta en el País de las maravillas, escondiendo todo lo que no nos interesa y enseñando todo aquello que nos parece que solo tendrían que ver nuestros hijos y la sociedad. Creo que tenemos que ser conscientes de que no existe El País de las maravillas, y es mejor saberlo para después no vernos involucrados en decepciones y en traumas en los que se topan nuestros hijos al descubrir la cruel realidad de la vida.
Este post va dedicado y en apoyo a todos aquellos que luchan por que la sociedad, los gobiernos, la iglesia abran la mente y se den cuenta del sufrimiento que padecen todos ellos, que deberíamos aceptar las decisiones individuales y sobre todo respetarlas, por que la base de todo es el RESPETO A LAS DECISIONES, EL RESPETO A LA OPINIÓN Y A LAS DECIONES QUE TOMA UNA PERSONA LIBREMENTE, SIN COACCIÓN Y CON SUS FACULTADES MENTALES TOTALMENTE CUERDAS.
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