Una poesía dedicada a todas esas mujeres que sufren cada día..
Etiqueta: maltrato
LA SOÑADORA
Este relato fue leído en el dial 106.9, Radio Kanal Barcelona, un relato en el programa Breus emitido el pasado día 3 de noviembre de 2007 con el titulo de “La soñadora”.
En aquel lamentable estado que me encontraba aquella mañana del mes de diciembre, no sabía donde estaba, que había hecho, había perdido por completo la noción del tiempo. La noche anterior había sido una noche que pasara a la historia. La paciencia había llegado a colmar el vaso y no pude más. El demonio que llevaba dentro había estallado, sin ningún sentido había hecho algo que no me lo perdonaría jamás. Solo recuerdo que salí de casa, enfadada, nerviosa, con odio en todo mi cuerpo, me había hecho sacar lo peor que llevaba dentro. Vivía en un estado de ansiedad diaria, todo lo controlaba, no dejaba de ocupar todo mi espacio vital, y ya no pude más, tenía que hacer un cambio radical, un cambió que seguramente me arrepentiría, pero había llegado a tal punto la incomodidad que sentía mi ser al lado de esa persona que prefería migrar de aquel lugar fractal que no dejaba de ahogarme. Aquella noche me dirigí a un tugurio que había en el barrio del Acueducto, no había estado desde hacía por lo menos seis años, allí pase grandes veladas con personas que me escuchaban, me hacían reír, personas normales, que viven y dejan vivir. Desde que me uní a ese “monstruo”, todo había cambiado, no podía salir, ver a mis amigos, tener una relación con otras personas que no fueran él y su mundo. Allí encontré a un amigo que hacía doce años que no lo veía, me recordó los tiempos y momentos que pasamos juntos. Bebimos y bebimos hasta el amanecer, no se que paso, ni que no paso, pero aquella noche olvide toda la triste vida que llevaba, gracias a ese gran amigo viví otra vez los mejores momentos de mi corta juventud, pero en un momento dado perdí el conocimiento, estaba totalmente borracha, y no sé ni como llegue a mi casa. Cuando abrí la puerta, él se había marchado, una nota decía:
“No quiero traspasar la barrera de lo incoherente, de la barbaridad y por ese motivo creo que es mejor que me marché, la felicidad nos ha sido arrebatada, y estoy arto, cansado, desilusionado de todo. No me conoces, ni has querido conocerme, quizá el equivocado sea yo, quizás si, pero no quiero hacerte daño. Adiós soñadora.”
Aquellas palabras aún me encendieron más, ahora resultaba que la victima era él. Me di un baño y me acosté, durante más de diez horas no supe en realidad que había sucedido, pero al despertarme supe que había sucedido…había soñado.
Contra la violencia machista….
Hoy día contra la violencia machista, quiero poner mi testimonio, mi granito de arena. Probablemente no llegue a hacer mella, no se vea, porque la arena se compone de miles, millones de granitos pequeños. Siempre he dicho que si se juntan todos se pueden llegar a hacer cosas maravillosas.
Como una más de esos ángeles caídos, he vivido durante muchos años, ciega, convencida, atrapada, encarcelada en un mundo que me creía el normal, ahora estoy descubriendo que ese es el mundo escabroso que nadie debería vivir.
Hoy día contra la violencia machista, quiero poner un testimonio entre los miles que hay en este país y en el mundo, una reflexión, mi granito de arena. Probablemente no llegue a hacer mella, no se vea, porque la arena se compone de miles, millones de granitos pequeños. A pesar de eso, siempre he dicho que si se juntan todos, se pueden llegar a hacer cosas maravillosas. Está es la história de uno de esos angeles…caidos.
Como una más de esos ángeles caídos, he vivido durante muchos años, ciega, convencida, atrapada, encarcelada en un mundo que me creía el normal, ahora estoy descubriendo que ese es el mundo escabroso que nadie debería vivir.
El sonido de la salvación. Dedicado a esas mujeres que sufren la vilencia de genero cada día.
por Lois Tarranco.
Un día descubrí Radio Almenara, decían algo así como » LO CONSEGUÍ, HE SOBREVIVIDO, HE ESCAPADO DEL INFIERNO». Eso quería Matilde mientras subía al tren, esa mañana de julio, se iba, no de vacaciones, se iba para no volver, había decidido dejar todo lo que hasta ahora le oprimía en un lugar lejano, en un lugar que en el momento de oir el sonido de las ruedas acariciando las vías del tren, olvidaría para siempre. La había constado la salud y prácticamente la vida, pero en ese preciso instante, en ese pequeño y diminuto segundo creyó en esa voz que le aconsejo el mejor viaje de su vida. Matilde desapareció como las nubes lo hacen en una tarde de tormenta en la que el viento se enfurece y de un solo golpe las hace desaparecer.
Aquella mañana el tren salió puntual de la estación, se iba a vivir a un pueblo pequeño, para ella muy importante, allí nació su padre, y su abuela, y recordaba aquellos viajes que hacía en tren junto a su abuela, salían de Barcelona y ella estaba loca de contenta, porque el tren le producía una de las mejores sensaciones que había experimentado.
Por la ventanilla veía los paisajes más variados, y sobre todo cuando llegaban a Mequinenza, recordaba aquel gran embalse, ella le decía a su abuela:
– Mira yaya, cuanto agua, mira que barquitos, ¿iremos al río, yaya?-
Su abuela le contestaba que si, que irían, al Matarraña, que era el que estaba al lado de su pueblo.
Esperanzada al oir en la radio que hay que tener esperanza y valor para tomar algunas decisiones en esta vida, ella lo decidió en el momento que esa voz de mujer, anónima, pero que le produjo una confianza, un tono de amor con las palabras clave “ninguna mujer más en el cementerio, ninguna muerte en manos de un cobarde”.
Aquella mañana Matilde dejo de ser una basura, una ignorante, un ser despreciable…para ser lo que ella era realmente, una buena mujer, una persona, un ser humano con sentimientos, con corazón y con unas ganas inmensas de vivir. Aquella voz de Radio Almenara fue su billete, su mensaje, su salvación.