Este es parte del comentario que le he dejado a un amigo que tiene un blog muy interesante http://lalicuadoraneuronal.wordpress.com/
LA TRISTEZA
Así empezaría a hablar de la
«TRISTEZA», una palabra que tiene mucho que hacer sentir y que decir. Tiene fuerza, pero sobre todo tiene un sentido que darle a un estado de animo, a una causa que a veces nos cuesta comprender, en momentos que no sabemos bien porque nos sucede a nosotros, porque estamos así, porque se ceba con algunas personas que no se lo merecen y porque algunas otras tienen el don de hacer que la tristeza sea su regalo más importante, y darlo a quien menos se merece.
…..Hay siempre una tristeza inmensa dentro de nosotros que no podemos estrangularla, no podemos asesinarla, esta como pegada, como si de ella dependiera la vida. Algunos la tratamos hasta bien, la dejamos vivir cada día entre nosotros como compañera inseparable de viaje……Para mi en estos momentos la «tristeza» es como una compañera inseparable, porque no me deja, no sé va, no me abandona. Solo en pequeños espacios de tiempo me olvido de ella, o quizás es ella que esta cansada de estar tantas horas y se aleja para irse un rato a hacer compañía a otro mortal.
¿Que es realmente la tristeza?…yo la definiría como un estado físico y moral el cual no nos deja ser lo que querríamos ser, no nos deja comer, disfrutar, reír, o simplemente ser un poco felices. Puedes estar triste por muchas cosas, aunque la peor tristeza es la soledad, el necesitar una conversación, un abrazo, un beso, un estar simplemente sentado al lado de alguien importante y rozarse el brazo, sentir su piel acariciar sin darse cuenta la nuestra. Ayer me sentía «triste», realmente triste, llevo una temporada que parece que sea mi amiga del alma, mi segunda piel, mi compañera inseparable. Intento enfadarme con ella, intento abandonarla en un esquina, hago lo posible por no cruzarme y me escondo en pequeños rincones de mi melancólico barrio. Y al final, después de mucho intentarlo, insistir lo conseguí, conseguí alejarla de mi y encontrarme con la delicia de estar al lado de alguien que me hizo olvidar «la tristeza», hacer como si no existiera.
Puedo conseguir olvidarme de ella, puedo abandonarla en cualquier momento, aunque se que es difícil de conseguir porque es testaruda, quiere siempre estar ahí, la primera, exultante, fanfarrona, vanidosa…ayer conseguí por unas horas creer que no existe la tristeza, que es una palabra sin sentido, olvidada, desterrada. Una forma que se extinguió hace mucho tiempo. Ayer viví unas horas en que esa palabra se esfumo para siempre...
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