Hay veces en la vida que te das cuenta en que te has convertido, en te han convertido, quien eres y quien no eres. Este poema lo escribi pensando en todas esas cosas que normalmente no nos paramos a pensar, aunque cuando te dan en el alma o en el corazón una sacudida, entonces es cuando te das cuenta de las mentiras, la falsedad, la ironia, lo inhumano que puede llegar a ser una persona….pero de todo eso se puede resucitar, se puede superar, se puede llegar a saltar y decir: Ahora yo…
NIÑA
Niña, ya se fueron los brillos primeros, niña, ya llegaron las primeras nieves, en tu mirada se otean caminos y senderos, aunque tu rostro sigue perpetuo, fijo.Sin huellas de veranos, ni primaveras, tampoco otoños de ráfagas heladas, ni inviernos que no te han alcanzado.
Dejaste tus sueños a la orilla, a la ribera de ese playa desierta, para que el agua los arrastrara, esperanza sin cristal, a otro lugar.
Botella medio llena, de lagrimas plata, papel mojado, despedazado por oleadas, que no llega ni al horizonte más cercano, perpetuo cada mañana, cada noche ante esa dulce y tierna mirada.
Niña de ojos cansados y sonrisa perenne, alcanzaste la sabiduría en tus pensamientos, dejaste volar libre a tu dilecto sin delatarte, porque libre querías que fuera en su trayecto.
Atormentadas noches de luna ciega, pasaste, durmiendo encariñada a su imagen guadamecí, abrazando imagen sin estar entre tus brazos.
Niña de inmortal carisma, de noches sin luna, niña, esa pequeña ondina color purpura, niña ya mujer, esa que sonríe de gratis, que ama como ser efímero y divergente pasa por avenidas sin descubrirse, sin hacerse presente entre semejantes bailando en el silencio de la nostalgia.
y no siempre yo
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